Después del asco que sentí por lo que hice ayer, me vi en la necesidad de llamar a aquel buen hombre que me protege. Él es mucho mayor, tiene la sabiduria a flor de piel, es muy tierno, cariñoso, y lo más inexplicable, no me ha hecho el amor. Dice que no quiere ser uno más en mi lista, que prefiere que yo sienta lo que es un beso sin intención, cosa que realmente no comprendo, pues para mí un beso es un beso, y de ahi, se desencadena un alud de pasión que ya no se puede detener. Le envié un mensaje que fue contestado prontamente, yo sabía, él está deprimido y triste, su soledad es aún más bastarda que la mía, pues yo me consuelo velando que mi hijo esté bien, en cambio él no tiene a nadie. Quisiera me adoptara como una perra callejera, pero eso sería demasiado pedir.

Él me protege. Y no me ha pedido nada nunca.